El Espino

martes, 17 de febrero de 2009

El video con música original que hice para www.elsalvadorverde.com

En San Salvador, El Salvador se encuentra ubicada la Finca El Espino. Se trata de un territorio que llegó a ser conformado por 803 hectáreas a lo largo de su historia y que hoy en día de manera alarmante se ha reducido a 550 manzanas.

Los primeros propietarios de la finca fueron la familia Dueñas, que siendo propiedad nacional, al llegar a la presidencia por golpe de estado sobre el General Gerardo Barrios, Francisco Dueñas, se apropia en 1865 de la totalidad de la finca y es heredada desde entonces de padres a hijos dentro de la familia.

Desde 1980, la finca pasa a manos de la Cooperativa de Producción Agropecuaria El Espino de R. L., gracias a la reforma agraria establecida por el entonces Presidente de la República Napoleón Duarte, que expropia de la tierra a la familia Dueñas. En 1987, la Corte Suprema de Justicia revoca la expropiación del terreno y la devuelve a los Dueñas, aduciendo que la reforma agraria no aplicaba para dicha propiedad por su riqueza urbanística.

Los pobladores y cooperativistas no dejan la tierra y se inicia una batalla legal por establecer quiénes eran los verdaderos propietarios. De manera sorpresiva en 1993, el gobierno del entonces Presidente Alfredo Cristiani compra a la familia Dueñas el 83% de la finca y le deja aún en propiedad el 17% equivalente a 207 manzanas.

El gobierno cede a los cooperativistas alrededor de 686 manzanas, cifra que se ha ido reduciendo poco a poco, expropiando áreas para construir el Ministerio de Relaciones Exteriores, el boulevard Diego de Holguín, entre otras, aduciendo que son infraestructuras de interés nacional, dejando a los cooperativistas las 550 manzanas que conforman El Espino en la actualidad.

Área Nacional Protegida poco respetada
Carreteras, plazas comerciales, centros de estudios privados, instituciones de gobierno, residencias exclusivas y hasta un campo de golf son los causantes de la admirable depredación y ahora forman parte de los nuevos residentes de la zona.

Con la complicidad del gobierno de los últimos 19 años, algunas familias acaudaladas del país adquirieron, vendieron y construyeron todo lo mencionado, sin importarles algunos informes, que sugerían establecer el territorio, Área Nacional Protegida, por su riqueza natural y por sus aportes acuíferos que han brindado al área metropolitana de San Salvador. Sin una ley que protegiera el medio ambiente, los intereses económicos predominaron.

El año pasado, la noticia de hallazgos arqueológicos en El Espino impresionó y desconcertó a la población salvadoreña. Y a pesar de que se realizaron informes, no se le ha dado seguimiento a este importante hecho. ¿Será porque los trabajadores saquearon el lugar y vendieron lo que encontraron?

Exijamos que se preserve nuestro patrimonio natural y cultural.