Travis Smith

viernes, 31 de octubre de 2008

Réquiem

jueves, 30 de octubre de 2008

Réquiem:
Composición musical que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos, o parte de él.
En la mitología nórdica, las valquirias son deidades que se encargan de bajar a los campos de batalla y escoger de entre los muertos a los guerreros más valientes. Los espíritus de estos hombres son conocidos como einherjer, y son guíados por las valquirias hasta el Valhalla, un salón gigante ubicado en el Asgard, donde han de permanecer hasta que llegue el final de los tiempos, el Ragnarök, y Odin los llame para luchar junto a él contra las fuerzas del mal.

Moonsorrow - Matkan Lopussa

Ésta es la adaptación de una canción tradicional finladesa [leer más]. Antes de que leyera la traducción, tenía mi propia interpretación: es una valquiria cantándole al oído a un guerrero que yace muerto. Le canta para darle consuelo antes de partir, porque los einherjer ya lo están llamando desde el Valhalla.

O como dijo mi amigo Rex: ésta es la voz de la tristeza misma.

Radio Revista Portal

miércoles, 29 de octubre de 2008

Esta fue una de las primeras veces que tuve el gusto de trabajar con Gustavo y Gabriel, mejor conocidos como ñaña y tao pai. Teníamos que hacer una radio revista y para variar, sólo nos dijeron "hagánla", sin enseñarnos realmente cómo grabar o editar.

Pero eso fue parte de la diversión.

Aunque por falta de tiempo, algunas cosas quedaron sin arreglar, como la actitud y/o dicción de los locutores y uno que otro nivel de volumen. Como sea, lo posteo porque me trae buenos recuerdos.

Hacen falta ñañadas...


Grabado en Tao Pai's Wardrobe Studio

Fotomontaje

martes, 28 de octubre de 2008

Encuentre la diferencia.

Niklas Sundin

lunes, 27 de octubre de 2008






Este versátil artista es el fundador de Cabin Fever Media, un estudio especializado en diseñar el arte para diferentes bandas de metal.

Desde su fundación en 1999, Cabin Fever Media ha creado una gran cantidad de portadas, logos y diseños impresionantes.










El sitio actual tiene una muestra de los trabajos más recientes; para un portafolio más extenso, pueden ver el sitio viejo.

Sundin también tiene su propio blog, donde guarda un archivo de sus dibujos, fotos y otras curiosidades visuales.






Y aunque el motivo de este post es su trabajo como diseñador gráfico, no podía dejar atrás el hecho de que es el guitarrista de Dark Tranquillity, una banda pionera del death metal melódico que todavía continúa evolucionando y expandiendo su tan respetable discografía.

Lost to Apathy (2004)

Sundin ha compuesto la música de muchas canciones de Dark Tranquillity. Además escribió, junto con Mikael Stanne, algunas de las letras más llamativas que he visto, antes de que este último se convirtiera en el letrista oficial del grupo.


Silence, and the Firmament Withdrew

Make all the cold trees mourn
Their branches frozen in sightless motion
Waving, reaching for the whipping rain

There was silence
And the firmament withdrew
Revealing all, shapelessly and swiftly
In carmine and crimson stood flaming the sky
The relics of myths that exploded and died

Dismantle the sun and stars in their rise
And rend from the skyline
The black in our eyes

The skyline so empty
All but one, nonexistent

Words were not, nor gesture, thought or life
The skydancers laid slain and old
The firmament in perpetual withdrawal

Lux Aeterna - Sing unto the world


track 2 de The Gallery

Música nueva demasiado vieja

sábado, 25 de octubre de 2008

Tal vez sea nostalgia, pero de vez en cuando aparece alguna banda nueva que suena más retro que la anterior. Es así que ahora estoy escribiendo sobre discos recientes que parecen haber sido grabados tres décadas atrás, por lo menos.

Fleet Foxes es un quinteto de Seattle que toca música folk. O para ser más específico, algo que suena a "improvisaciones barrocas y armónicas de pop, música de una película de fantasía, Motown, armonías de bloque... no tanto como una banda de rock", según su propia descripción. Como referencia, podría mencionar a The Beach Boys, Simon & Garfunkel, Joni Mitchel y otros artistas de esa época, pero la verdad es que las comparaciones se quedan cortas para describir música que en esencia es algo de antaño y aún así logra ser innovadora.

En febrero de este año, Fleet Foxes lanzó un Ep llamado Sun Giant (nótese lo majestuoso que se oye el adjetivo después del sustantivo). Estas 5 canciones serían un buen presagio y una muestra de su talento, lo que se pudo apreciar en todo su esplendor cuando el disco debut salió a la venta en junio. Desde entonces, "Fleet Foxes" ha recibido críticas favorables por todas partes, incluso alguien por ahí dijo que era un clásico instántaneo; yo digo que es el mejor disco del año.

Ni siquiera sé por dónde empezar.

La voz potente y madura de Robin Pecknold (y los coros que la acompañan), la ejecución impecable, la diversidad de instrumentos y luego, las canciones. Ninguna canción tiene la típica estructura de verso-coro-verso; las partes más bien emergen suavemente y justo cuando parece que la canción va a terminar, algo nuevo e inesperado comienza, cargado de muchas melodías y armonías exquisitas. En fin, después de un par de minutos, el oyente debería notar que se encuentra frente a algo especial.

Aunque este grupo está formado por miembros de otros proyectos que no tienen nada que ver con la música folk, el concepto de Fleet Foxes está cuidadosamente planeado y magistralmente ejecutado, porque con su música y su imagen logran tranportar al oyente a un mundo bucólico y mágico, que sólo pudo haber existido en otro tiempo. Por ejemplo, la portada del disco es una pintura de 1559 hecha por Pieter Brueghel el Viejo, un discípulo de Hieronymus Bosch (por quien una banda rusa de death metal muy talentosa se llama así, pero esa es otra historia).

Edwin me contó de un concierto de Fleet Foxes en el teatro El Rey, en Los Ángeles. Qué increíble pensar que la entrada costaba $15 (130.65 colones), porque los conciertos acá generalmente valen más que eso.

He aquí los videos oficiales, dirigidos por el hermano mayor del vocalista, Sean Pecknold.


La banda más pesada* del planeta

jueves, 23 de octubre de 2008

Gojira toca música agresiva, mecánica y adictiva.


Vacuity [ver letra]

"Vacuidad. Ausencia de materia, vacío, pero lleno de luz. La presencia última que está más allá de las nociones de nuestro mundo. La vacuidad es la fuente pero no es sólo la nada. Vivimos en un mundo que va más rápido cada día y parece haber una carencia de tiempo para cada uno de nosotros. Esta canción es acerca de tomarse el tiempo y estar más cerca del corazón".

Joseph Duplantier, vocalista/guitarrista de Gojira



To Sirius, de From Mars to Sirius

* pesadez: f. en el sentido literal. Mús. Sonido aplastante y contundente; ballenas rebotando en el pavimento.

Publicidad Subliminal

lunes, 20 de octubre de 2008

Asignación de Fotografía II

Panopticon

sábado, 18 de octubre de 2008

Estoy atrapado en este cuerpo

en esta mente

en este cuarto
en esta ciudad
en este octubre

estoy atrapado en este cúmulo de situaciones llamado mi vida

pero lo peor es...
que estoy atrapado en mí mismo.

Y ese es precisamente el problema.

...como dice el viejo y conocido refrán:
para soñar, primero hay que despertar.

خواجه شمس‌الدین محمد حافظ شیرازی

viernes, 17 de octubre de 2008

One regret, dear world,
that I am determined not to have
is that when I am lying on my deathbed,
I did not kiss you enough.

Hāfez

A veces el colmo es algo muy posible

jueves, 16 de octubre de 2008

El domingo pasado iba con mi familia por la carretera que conecta Santa Elena con La Cima. Mi mamá interrumpió la conversación para preguntar: ¿ya vieron los árboles que se están secando?


Respondí que no y entonces comenzó a contar que mi tío, un ingeniero agrónomo, le había hablado de eso.


"¿Ves que todo está verde, pero sólo los árboles están secos? Tu tío cree que los están secando a propósito, con herbicida o sacándoles el floema..."


"Él piensa que lo hacen para talarlos, porque hay una ley que prohibe talar árboles si su tronco mide más de 15 centímetros. Si te fijás, más adelante ya no hay árboles secos. Sólo es un pedazo".


Y yo respondí: "Sería el colmo, no puede ser..." (mientras pensaba que eso sería una verdadera masacre)


A lo mejor esto es sólo alguna ocurrencia de mi tío, una idea disparatada, porque en El Salvador nunca se talan muchos árboles para construir ni tampoco se construye en lugares inapropiados ¿verdad?

Cu-ska-tlán

lunes, 13 de octubre de 2008

A Hierba

Arcade Fire

sábado, 11 de octubre de 2008

Podría decir que Arcade Fire (también conocida como The Arcade Fire) es la banda de indie rock por excelencia y que Montreal y que esposos locos y que euforia+talento y que muchos instrumentos...

blah.

Esta vez no. Sólo creánme y ya.

...o pueden darle click a todo lo que vean en

Hey You

jueves, 9 de octubre de 2008

Edwin Arévalo

miércoles, 8 de octubre de 2008

Edwin Arévalo es un cineasta salvadoreño que reside en California desde octubre de 1994. Durante ese tiempo ha trabajado en diversos proyectos, ha llevado sus creaciones a diferentes países y, cada vez que el destino lo permite, ha regresado a su tierra natal.

Cinéfilo de corazón, Arévalo aprendió de forma autodidacta y ha realizado, entre otros trabajos, dos películas: La Sangre en el Cuerpo en 2005, que ganó el premio especial del jurado al mejor largometraje centroamericano en el Festival Ícaro; y Tres Caminos, un drama filmado en San Salvador, Ciudad de México, Los Ángeles e incluso una parte en París.

Tres Caminos será exhibida del 10 al 16 de octubre en Plaza Mundo, Multiplaza y Reforma. En cada función también se proyectará uno de dos cortos: Al Séptimo Día y Trastornado. Los horarios aparecerán en cartelera esos días.






















¿Cuándo te diste cuenta de que tu pasión era hacer cine?
En 1997 fue mi primer intento de hacer cine, comencé a escribir un guión de ciencia ficción sobre un desastre en un barco en alta mar, pero la historia terminó siendo un desastre total y abandoné la idea por un rato. Con el tiempo fui viendo más películas de diferentes géneros y entendí el principio básico de un guión de cine. Después comencé a leer teoría, desde “El Arte Poética” de Aristóteles a los magníficos libros de Syd Field en estructura del guión.

¿Cuál es tu principal fuente de inspiración?
Las películas que he visto me dan una base para hacer algo, pero la fuente más grande de inspiración tiene que ser el mundo en el que vivimos, la gente que me rodea, la literatura, la música. Mi primer largometraje fue inspirado por el coro de una canción vieja de Fernando Ubiergo que dice “cuando agosto era 21 la encontraron boca arriba con la mirada perdida y su viejo delantal”.

¿Hay algún tema recurrente en tus producciones?
El ser humano y sus defectos.

¿Cuáles son las dificultades más grandes que has tenido para realizar sus largometrajes?
El dinero, la gente irresponsable (aunque son muy pocos) y los problemas que siempre salen durante rodaje, no importa que tanto te preparés siempre vas a tener una sorpresa a la vuelta de la esquina.

¿De qué forma se te ha brindado apoyo en el país?
CONCULTURA me ha apoyado en cuestiones logísticas de locaciones para filmar, locales para presentaciones y el Ministerio de Relaciones Exteriores con permisos para entrar con equipo de cine al país. El Grupo Roble también nos ha prestado apoyo con el Teatro Luis Poma.

¿Ha cambiado algo el hecho de ser un director salvadoreño?
Pues que te digo es un arma de doble filo, de repente decís “soy director de cine salvadoreño” y se ríen de uno, porque no tenemos fama de ser cineastas, ni de tener buen fútbol tampoco. Por otro lado, la gente ve que no es fácil hacer cine y hacer cine en nuestro país es el doble de difícil, por eso entienden y te ofrecen apoyo. En lo personal me siento afortunado porque hasta el momento he recibido apoyo, incluso en México, Estados Unidos y Europa.

¿En qué consiste el movimiento Cine Pobre?
La base del movimiento es hacer buen cine a bajo costo, con buena preparación y algo de talento se pueden hacer cosas extraordinarias con muy poco dinero. Una de las misiones de este movimiento es enseñar a un grupo de estudiantes la teoría de como hacer un proyecto bajo estas normas y que después pongan esa teoría en práctica con un proyecto propio (usualmente cortometrajes o documentales cortos). Estos mismos pasarían a entrenar el siguiente grupo de estudiantes, hasta hacer una cadena de gente que aprende a trabajar con pocos recursos. Es un proyecto a largo plazo que requiere mucha paciencia, pasión y amor al cine.

¿Quiénes lo conforman?
El movimiento lo empezamos el cineasta mexicano Antonio Bunt y yo en el 2005 y desde entonces hemos tenido un par de estudiantes en México que ya están a punto de sacar sus primeros trabajos en los próximos meses. La membresía es gratis, así que apúntense.

¿Cuál es la situación actual del cine hecho en El Salvador?
Nuestro cine va caminando a paso lento, Sobreviviendo Guazapa logró abrir en varias salas de cine en el país y eso ya es un gran avance. Noé Valladares viene con sus 14 Abriles Locos pronto y hay gente que está saliendo de la Mónica Herrera y está haciendo cosas interesantes.

¿Qué se puede hacer para desarrollarlo?
Dice un viejo dicho que la unión hace la fuerza y ese dicho es lo que puede ayudar a que nuestro cine pase de ser un sueño a una mini industria a nivel centroamericano. No sé si será nuestra cultura pero tendemos a ser muy individualistas y eso al final será uno de los obstáculos a vencer. Ha habido ideas de agruparnos o incluso afiliarnos pero nunca pasó de conversación; el llegar a armar un grupo de profesionales y colaborar en proyectos de todos puede facilitar mucho el proceso de producción y elevar la calidad del material. El otro problema al que nos enfrentamos es la piratería, es mentira que una producción de buena calidad pueda recuperar el costo de producción en salas de cine locales. El gobierno puede dar su granito de arena también, creando un estímulo para las compañías que apoyan al cineasta local, creando foros de discusión con expertos de cine, etc.

¿Cómo surge la idea de hacer un documental sobre Alejandro Cotto?
Desde hace tiempo quería conocer a Don Alejandro y tuve la dicha de conocerlo el año pasado y es una persona maravillosa. Mi trabajo en cine es bastante cercano al documental técnicamente hablando y aquí tenía la historia y trayectoria de un hombre como Alejandro Cotto y es una historia que se debe contar. Me dí cuenta de que Guillermo Escalón había hecho un documental sobre él (muy bueno por cierto) y se me ocurrió que podría tocar el lado más humano de Don Alejandro en mi documental y estamos a medio rodaje, esperamos terminar el próximo mes y estrenar para finales de noviembre.

¿Cuáles son tus proyectos a corto plazo?
Estoy trabajando en la promoción de Tres Caminos a nivel nacional y en festivales de cine internacionalmente. También estamos en pre-producción para hacer una comedia en nuestro país el próximo año que será filmada al estilo "mockumentary".

Aparte del cine ¿has realizado trabajos en otras ramas del arte?
Me encanta mucho la fotografía. El mes pasado tenía una “expo” en la Ciudad de México que tuvo que ser postergada hasta finales de este año por conflicto de fechas. También me estoy aventurando en el campo de la literatura, para mediados de año espero tener listo el primer borrador de mi primera novela titulada “Henri y Edith”.


¿Qué consejos podrías darle a quienes desean hacer cine pero no saben por dónde empezar?
Primero, que vean todo tipo de película que encuentren, buena o mala, siempre se puede aprender algo de los errores de alguien más; segundo, que lean guiones de cine, es la manera más fácil de entender el formato y estructura de un guión; y tercero, si quieren hacer cine, ¡háganlo! No importa que sea con una cámara digital prestada, así se va perdiendo el miedo y se aprende mucho de los errores en cada proyecto, por pequeño que éste sea.

Dave McKean

jueves, 2 de octubre de 2008

Dave McKean es un dibujante de cómics, ilustrador, diseñador gráfico, director, fotógrafo y muchas otras cosas más.

A veces colabora con Neil Gaiman para crear una que otra maravilla, porque juntos son invencibles.

La Tierra Prometida

miércoles, 1 de octubre de 2008

Lo que comenzó como una asignación se volvió algo mucho más personal...



El martes 25 de marzo a las 8:30 a.m. aproximadamente, estaba parado en el kilómetro 31 1/2 del Boulevard del Ejército. Me había quitado la corbata y tenía mi cámara en las manos, mientras pensaba en cómo entrar a la comunidad marginal que tenía enfrente.

Fue para Fotografía II, nos habían pedido hacer un catálogo sobre algo urbano. Al oir eso se me ocurrió tomarle fotos a las "casas de cartón" que veía cuando iba al trabajo. ¿Qué más urbano que eso? pensé. Además, tenía curiosidad.

Entonces, estaba parado ahí, había tomado un par de fotos pero estaba demasiado lejos. Recuerdo que veía los caminos de tierra y se me hacían muy largos. No había gente, todo parecía tan desolado desde ahí. Sentía temor. El pensamiento fue algo así: "si quiero tomar las fotos tengo que meterme bastante... pero si me salen un par de mareros ya la cagué, porque no voy a salir tan fácil. Tanto que me costó conseguir la cámara..." Pero bueno, fue uno de esos momentos a los que Sue les dice "¡1, 2, 3!" (porque uno sólo cuenta hasta 3 y se avienta, sin saber qué va a pasar) ...así que comencé a caminar.

Al principio estaba alerta, por si había alguien sospechoso. Entonces apareció una señora que caminaba en dirección opuesta y la saludé. Ella respondió "buenos días", con una sonrisa y un tono afable, que se sintieron bastante reconfortantes, la verdad. Tomé fotos (ahora sí de cerca) y a medida que avanzaba veía más personas. La mayoría eran señoras y niños.

Después de algunos "buenos días" y una que otra sonrisa, ya me sentía mucho más cómodo. Una señora me preguntó, con una curiosidad que no podía esconder: "¿de dónde viene?" y yo le respondí, creyendo que quizá se iba a decepcionar, diciéndole: "de la Don Bosco... esto es para una tarea". Pero fue con preguntas similares y la misma respuesta, que las fotos y el calor agobiante fueron importándome cada vez menos.

Los niños pequeños me preguntaban por lo que andaba en las manos. Yo les decía "es para tomar fotos, mirá pues". Parecía que no podían estar más atentos de lo que estaban, mientras veían algunas de las imágenes guardadas. Después, uno que otro posaba como superhéroe para que le tomara una...

Pasé frente a una casa que tenía un anuncio verde de un banco. La dueña estaba parada afuera y ya no me acuerdo ni cómo-o-por qué, pero comenzamos a hablar. Después de darle la usual explicación, le pregunté que cuánto llevaba de vivir ahí. Me respondió que había sido de las primeras en llegar, en diciembre. Entonces me dijo algo que me sorprendió. Algo que todavía recuerdo de vez en cuando, porque además fue en ese momento que la asignación pasó a segundo plano.

Me contó que antes vivía en Cojutepeque y cuando iba en bus por el boulevard, miraba a un lado de la calle y pensaba "yo quisiera tener un terreno ahí". Le parecía muy bonito. Entonces ahorró y compró su terreno, donde había construido esa casa que le había costado $30. Me dijo: "yo siento que haberme venido para acá ha sido una gran bendición, ya tengo mi casita para vivir. Ésta es para mí, la Tierra Prometida". Después de oírla (y tratar de asimilar la magnitud de lo que me acababa de decir), ví a nuestro alrededor, donde cualquiera de nosotros sólo podía ver un enorme campo árido y muchísimas casas hechas de cartón.

Seguimos hablando por unos minutos. Me contó un poco de la situación, de cómo en la mayoría de casas sólo había mujeres mayores y niños, porque los demás se iban a trabajar durante el día. Pero alguien tenía que quedarse, para cuidar su propiedad de los que se aprovechaban y se metían a alguna casa para adueñarse de ella.

A la izquierda de su casa, vivía una pariente suya. Me acerqué, ví el triciclo que colgaba de la pared de cartón y le pregunté por el niño. Contestó que no estaba y que por cierto ese triciclo ya no servía.

Después de un rato nos despedimos y seguí caminando. Había andado por el sector de la comunidad "Bendición de Dios" y por "Las Victorias", aunque no distinguí realmente dónde terminaba una y dónde comenzaba la otra. Algunas de las calles principales tenían nombres como "El triunfo", "El progreso" y "El porvenir". Para ese momento, ya había pasado la casa número 500.

Pasé por una tienda (la verdad había pasado por varias antes, pero ésta tenía un rótulo bien peculiar) y por una casa de oración, antes de encontrarme a unos niños jugando "caballeros, brujas y enanos", una versión de "piedra, papel y tijera" que se juega con todo el cuerpo y en grupo.

Habían pasado un par de horas y tenía que irme. Entonces me dí cuenta de que me sentía muy cómodo ahí y no me quería ir. Salí a la calle y fuí al parqueo de Monolit (porque se me olvidó contar que antes le había pedido permiso al vigilante para dejar el carro ahí... a veces me pasa eso con las historias). Llegué y me quedé viendo el terreno desde ahí. Estaba parado frente a tres filas de ladrillos de cemento, mientras miraba las casas de cartón, sin poder calcular cuántas eran. Después de todo, Monolit es una distribuidora de materiales de construcción, lo que es otra gran ironía de las que parecen sólo suceder en El Salvador, pero en realidad suceden en todas partes, porque vivimos en un mundo donde muchas cosas no son lo que deberían ser.

Hablé un rato con el vigilante, le volví a dar la respuesta que había usado tantas veces esa mañana y eventualmente me preguntó: ¿mire... y me puede tomar una foto?". Pocos segundos después yo estaba apretando el disparador y diciéndole que agarrara el fusil de cierta forma o que lo sostuviera así como Rambo ¡y él me hacía caso!

La semana siguiente regresé a las comunidades. Durante esa mañana, me encontré a los niños que habían estado jugando "caballeros, brujas y enanos" el otro día. Estaban bajo una especie de choza y a su lado había una carrito de materiales escolares (como un carrito de hot dogs, pero en lugar de hot dogs tenía libros y cuadernos y otras cosas para leer, escribir o jugar). Mientras los niños jugaban damas, el hombre que estaba con ellos me contó que era profesor en la colonia 22 de abril y estaba ahí trabajando en un proyecto llamado "Escuela Bajo un Cielo".
Todavía pienso que el nombre suena muy adecuado.

Fui a buscar a la señora con la que había hablado antes, pero no la encontré. Durante el camino, ví un niño que andaba en bicicleta y bajaba muy rápido por una colina. Cuando se detuvo abajo, volvió a subir y bajó por la colina otra vez, repitiéndo la rutina (entonces me sentí como en un juego de RPG o en algún planeta de los que el Principito visitó). Le pedí una foto y aceptó amablemente (me encanta su expresión: se ven tan contento, genuinamente contento...)

Llegué a una pared que decía "CORAZÓN?". Ahí le pedí a tres niños una foto. Los dos niños eran más grandes que la niña, entonces se agacharon para tener la misma altura que ella. Había algo lógico pero incorrecto en eso, por eso les pedí que sólo se pararan derecho y ya. Una señora le decía a la niña "!Sonreí Chilindrina!" y ella lo hacía con gusto.

Ese día, la mañana también transcurrió rápidamente. Tomé más fotos, aunque la mayoría del tiempo lo ocupe para estar ahí y nada más. Cuando regresé al parqueo de Monolit, volví a hablar con aquel guardia. Hablamos de las casas que teníamos enfrente, del trabajo y de otras cosas. Me contó de un terreno que tenía y de cómo lo administraba y todo. Nos reímos y en algún momento de la plática, me dijo: "tener un amigo es algo muy importante... a veces la gente no entiende eso".

Ahora sí, este fue el pequeño foto-documental que resultó de esa asignación.

Perdonen si la introducción del video fue tan larga. Pero tenía que dejar algún registro para que se supiera lo que pasó detrás-de-la-cámara, porque alguna vez tuve la oportunidad de hacerlo y no lo hice.

Si han llegado hasta acá, ahora podrán entender (y ojalá sentir) un poco más cuando vean las imágenes. La edición del video está influenciada por la cadencia de la música, pero algo que es más importante, es que el orden de las fotos se parece mucho al de un breve recorrido por esa Tierra Prometida.

El video contiene un "juego de memoria" al principio. El propósito de ese juego es ejercitar la memoria, para recordar más fácilmente. En este caso, el fin es el mismo: recordar que nadie merece vivir así, y que ninguna de las miles y miles de personas que pasan por el Boulevard del Ejército todos los días debería ver esta situación como algo "normal", porque definitivamente no lo es.

Si quieren saber más al respecto, lean este artículo de El Faro que encontré mientras editaba el video.

Hace casi 3 meses fui por última vez y había más gente que en marzo. Todavía siento ese compromiso con las personas que conocí o fotografié en aquel entonces, porque me llevé conmigo una parte de su historia. Y sé muy bien que se trata de una situación compleja, pero tiene que haber una forma...

Ahora comunico lo que ví para que más personas se den cuenta.


Feliz día del niño