La revolución social musical

sábado, 20 de septiembre de 2008

Hay muchos sitios de redes sociales en Internet, cada uno con un nombre más bombástico que el anterior. Agregar personas, enviar mensajes, escribir comentarios, siempre es lo mismo. Y luego, está last.fm, un sitio social con radio integrada que tiene un propósito adicional: unir a las personas que están muy lejos pero tan cerca por la música.

last.fm es una comunidad inglesa que fue fundada en 2002 y continúa expandiéndose y mejorando día con día. Básicamente, el sitio utiliza el llamado “Audioscrobbler” para registrar en tiempo real las canciones que alguien oye en su computadora o cualquier reproductor de mp3s que se le conecte. Luego crea listas que aparecen en el perfil del usuario mostrando qué tanto se oye un artista, una canción o un disco.

Entonces, ¿de qué sirve esto?

Aquí viene la parte divertida: last.fm comienza a dar recomendaciones y a mostrar otros usuarios que tienen gustos musicales parecidos. Y por si fuera poco, cada artista tiene su página con información general, biografía, fotos, canciones de muestra, discografía, videos y una gran lista de artistas similares, entre otros recursos.

Cada usuario tiene una librería que almacena las canciones que han sido registradas (o en lenguaje de last.fm, scrobbleadas) alguna vez. Y es aquí donde entra en juego uno de los atractivos más grandes del sitio: la radio personalizada. Esta radio automática toca al azar canciones de la librería y si se considera que todos los perfiles tienen su propia radio, eso se traduce en muchísimos días de música. Esto es un sueño para los que estamos cansados de oír siempre lo mismo en la radio y simplemente queremos algo que nos gusta mucho y que hace tiempo no oímos.

Como en cualquier sitio social, hay una gran cantidad de foros para que los usuarios interactúen. En muchos casos, esto es sólo otra fuente de recomendaciones, por si a alguien se le terminan y quiere más.

El 30 de mayo de 2007, la cadena mundial de noticias BBC anunció que la Corporación CBS había comprado a last.fm por $280 millones, siendo la adquisición de un sitio web más grande hecha en Inglaterra. En aquel entonces, el sitio contaba con cerca de 15 millones de usuarios a nivel mundial. Según estimaciones de febrero de este año, la cifra ascendía a 21 millones, distribuidos en más de 200 países.

CBS radio es el grupo radial más grande de los Estados Unidos, con 179 estaciones en los 50 mercados más populares.

Como parte del trato, se acordó que el equipo administrador de last.fm que incluye a los fundadores Felix Miller, Martin Stiksel y Richard Jones, mantendría la dirección del sitio de forma independiente, al igual que su identidad, separada de CBS. Además, la compra posicionó a los tres fundadores entre los pioneros de los llamados “sitios Web 2.0” más exitosos y potencialmente millonarios del mundo. Stiksel dijo que ese movimiento los apoyaría a tener cada canción que haya sido grabada y cada video musical que haya sido hecho, dentro de last.fm. “Con un socio fuerte como CBS, esto ahora está dentro de nuestro alcance”, afirmó.

Times ubicó a last.fm en el tercer puesto de su lista de los 50 Mejores Sitios de Internet de 2007. El artículo de la famosa revista dice: “escribe el nombre de un artista favorito y, en cuestión de segundos, música de ese artista (y artistas similares) se estará reproduciendo en tu escritorio – y seguirá sonando siempre y cuando esa ventana permanezca abierta. Si te tomas el tiempo de registrarte y bajar la aplicación de last.fm, el servicio irá más profundo en tu vida musical, te conectará con su rápidamente creciente red social y te junta con otros usuarios que comparten tus gustos musicales”.

Después de toda esta información sobre la magnitud y el impacto global de este sitio, cualquiera se preguntaría: ¿Por qué no había oído de esto antes? Bueno, al momento de escribir este reportaje, había 739 perfiles con origen en El Salvador, muchos de ellos con más de un par de años de antigüedad. Esto confirma una vez más que lo popular no siempre es lo mejor.

Daniel Fernández, un usuario salvadoreño, comenta: “me parece que last.fm es una herramienta sumamente útil para poder llevar un registro de la música que escucho, así como para conocer nuevas propuestas. Lo uso casi todos los días, especialmente para ver la cantidad de scrobblings por banda o los scrobblings de mis amigos. También uso la aplicación para el ipod, que resulta muy entretenida”.

Lissette Ramírez, estudiante de la Universidad Don Bosco, dice: “last.fm te abre un mundo ilimitado de alternativas musicales según sean tus preferencias, basta con hacer una sencilla cuenta de usuario, digitar algunos de tus artistas, bandas e interpretes favoritos y la página te ofrece todo un menú de música similar ¡es impresionante! Las opciones parecen no terminar, aún más con la facilidad de explorar las emisoras personales de cada uno de los contactos añadidos dentro del sitio. Después de probarla no querrás dejar de usarla nunca. En fin, el sitio es fascinante… así como me lo dijeron, así lo comprobé”.

Ligia del Cid, también salvadoreña, opina: “last.fm me parece un invento genial. Más que un sitio para presumir lo que uno escucha, es una herramienta muy útil para conocer referencias musicales, aprender de distintos géneros y conocer más y más artistas. Como incentivo se han creado más recursos que van de la mano de last.fm y le permiten al usuario descubrir qué tendencias musicales está siguiendo más, cuántas canciones has escuchado, quiénes tienen gustos similares, etc.”

Como su slogan lo dice, last.fm es la revolución social musical: una herramienta poderosa y adictiva para cualquier entusiasta de la música, sin importar sus preferencias (por difícil que esto parezca, es cierto). Además, es la respuesta más fácil y más corta a la compleja pregunta de "y... ¿qué música te gusta…?".

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